Cosas (algunas obvias) que he aprendido este 2018

A finales de año se suelen preparar los nuevos propósitos para el siguiente. Yo misma lo hice en el 2015 y 2017. Pero este año, y con mi nueva forma de enfrentarme a la vida, he decidido renegar de las nefastas expectativas que me acaban creando cosas tales cómo los propósitos. En su lugar, tras un año que ha sido bastante duro, en el que han explotado muchas cosas que iban mal, y en el que he tocado fondo y he cambiado mi manera de ver y vivir las situaciones, me ha parecido más adecuado reflexionar y enumerar las cosas que he aprendido (yo siempre buscando el lado bueno de las cosas jeje). ☺️

Algunas cosas son bastante obvias, lo admito. O eran predecibles. Pero, cómo suele pasar, no importa que ya las sepamos en teoría, hasta que no las vivimos en persona, parece que no las aprendemos.

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Cosas que he aprendido este 2018

Para poneros un poco en situación. El 2017 (que me despedí del blog), fue un año duro. Muchas cosas pasaron. Algunas os las conté en su momento, pero desde aquellas han pasado muchas más. 

En resumidas cuentas (de resumido tiene poco, pero lo he intentado)…

Estuve en un trabajo de hostelería, que lo queráis o no, es un trabajo duro de cojones (malos horarios, clientes que te tratan con muchísima arrogancia, jefes que abusan de sus trabajadores…)

Pero que con la tontería, ha sido el trabajo dónde más cosas he aprendido, y en dónde tuve la suerte de conocer a gente maravillosa, y a mis actuales mejores amigas de aquí de Barcelona, a quienes les debo muchísimo por todo el cariño y apoyo que me han dado este año. Acabé bastante cansada y mal con este trabajo, que también me llevó a salir y beber y festejar más de la cuenta. 

Los malos horarios, mala y escasa alimentación, y los excesos, acabaron pasándome factura, pero no fue hasta finales de este verano de 2018 que me di cuenta, cuando no podía literalmente más. 

Aunque conocí a gente fantástica, también eso me afectó de maneras algo negativas.

Corté mi relación con Mr. F (que aunque fue algo bueno, supuso un cambio muy radical en mi vida). Luego me enamoré, cómo nunca antes me he enamorado, del que a día de hoy sigo creyendo que es mi «mente afín», pero con quien todo se complicó demasiado… Y con quien acabé este año repitiendo un patrón muy chungo, dónde se me rompió el corazón varias veces. Muy autodestructivo todo la verdad, para ambos. Y cuando colapsé del todo, por varias cosas que fallaron en mi vida, y esperaba poder contar con él como amigo, que es lo que pensaba que al menos eramos en ese momento, me ignoró completamente, rompiendo así mi confianza en él. Me ha dejado claro que no tengo lugar en su vida, o mejor dicho, que no me quiere hacer lugar, porque eso implicaría muchos cambios y estoy convencida de que eso le da miedo.

Por suerte, he llegado ya a un punto en el que puedo verlo todo con perspectiva y sin dolor o rabia, y ciertamente, siento algo de pena por él. 

Aun más pena me da que no podamos ni tan siquiera ser amigos, porque pese a todo, Svasti es una persona con la que tengo una conexión especial, única, y a quien le tengo mucho cariño. Me encantaría que algún día podamos estar el uno en la vida del otro de un modo positivo. 

Pero para llegar a este punto en el que estoy ahora… Lo he pasado realmente mal.

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Cosas que he aprendido este 2018 – Fotógrafa Rachel Seye

Este 2018 me mudé de casa. Y aunque estoy encantada, fue un gran cambio. Después de tanto tiempo viviendo en el mismo piso, sola, a mi aire. Fue duro. Pero tengo la suerte de que mi compañero de piso, aunque es un loco de la vida, es un amor, y me siento muy a gusto aquí con él y los gatetes. 😻

La cuestión es que todo el 2017 trajo consigo mucho dolor, que arrastré durante el 2018, y que a finales de verano, en otro trabajo en hostelería en el que me trataban aun peor (a mí y a todos/as mis compañeros/as), colapsé. Tuve un ataque de ansiedad y no pude salir de casa. Dejé el trabajo y me fui una temporada a Galicia, a mi casa, con mi familia.

Toqué fondo.

¡¡Y me vino de perlas!!

Me sentía genial de al fin poder sentirme mal, sentía alivio de poder estar tan mal, de haber tocado fondo en todo. Y decidí replantearme muchas cosas sobre mi manera de vivir.

Cuando volví a Barcelona empecé a ver a una psicóloga, cambié mis ámbitos de vida a unos más saludables, y tras unos meses puedo notar ya los cambios. Estoy muchísimo mejor, soy una persona más madura y adulta, con los objetivos más claros, más relajada, más feliz. Y estoy la verdad muy, muy, muy contenta de acabar así el año, y de entrar así en el 2019. 😁😍😁

Bueeeeeeno, una vez «resumido» todo, demos paso a las cosas que he aprendido a lo largo de este año:

🌸 Para que algo negativo (falta de respeto, insulto…) sea efectivo, depende principalmente de uno mismo, y de si dejamos que nos afecte. En esta vida al final solo depende de nosotros el cómo nos afecten las cosas.

🌸 La gente, incluso la que crees conocer mucho, siempre podrá sorprenderte, para bien o para mal. Es decir, la gente puede y va a decepcionarte. Es triste, pero es así. Por eso nunca debemos depender mucho de los demás.

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Cosas que he aprendido este 2018 – Fotógrafa Rachel Seye

 

🌸 Los hombres casados no dejan a sus mujeres por ti, NUNCA.

Esto lo había leído/visto en «He’s not that into you» («Que les pasa a los hombres» en castellano).

Y es cierto. A veces no hace ni falta que estén casados oficialmente, pero vamos, que si un tío que lleva mucho tiempo comprometido con una, por mucho que en realidad esté enamorado de ti, no va a tener el valor para arriesgarse por algo nuevo.

 

He conocido a más mujeres que han sido capaces de hacerlo, pero hombres, ninguno (alguno habrá obviamente, pero son minoría).

🌸 Los EXs tienen un puto radar para detectar cuando los estás realmente superando, y volver para complicarte la vida. ¡De esto podría incluso hacer un post entero! Jajajaja

Pero es que me he estado fijando y no solo me pasa a mí. Le pasa a amigas, a amigas de amigas, lo he visto en películas, lo he leído en otros blogs… Vamos, que es una ley universal.

Pero ¡ojo! No todos los exs. No siempre además tienen que ser ex parejas, sino ex personas que te han atado y marcado emocionalmente. Cuando por fin ya no está todo el tiempo en tu cabeza, cuando empiezas a estar feliz de nuevo sin acordarte de esa persona, cuando conoces/follas con alguien nuevo, ¡APARECE! Cómo si tuviera un puto radar en serio jajaja Y te escriben, te dicen que te echan de menos, o que quieren quedar para hablar, etc etc. 

Parce que noten que estás en ese punto en el que ya empiezas a olvidarles, pero dónde aun te hacen sentir cierto no se qué, y se quieran aprovechar de ello para jugar contigo. Porque si caes en la trampa y le sigues el rollo, volverá a dejarte tirada y a hacerte trizas el corazón, y te sentirás estúpida (aunque no lo seas, porque nunca es estúpido quien es valiente para querer a los demás, sino el que se aprovecha de ello).

🌸 Las expectativas son veneno. Y me han jodido gran parte de mi vida. Desde pequeña esperaba cosas que nunca se han hecho realidad. Me hacía ilusiones con amigos, con parejas, con trabajos, y con mi vida en general. Y cuando he llegado a los 25 sin que mi vida fuera lo que yo había proyectado, me he llevado un chasco. Es mucho más fácil no esperar nada, y simplemente disfrutar de la vida que va pasando.

🌸 No es lo mismo estar sola, que sentirse sola. Esto es algo que me costó mucho asimilar. Pero poco a poco ya va calando el mensaje. Y ahora hay hasta momentos en los que busco estar sola, y disfrutarlos, porque no los vivo sintiéndome sola.

🌸 Hay que aprender a apreciar los pequeños placeres más. Cosas tan simples cómo poder estar tomando un café con las amigas, pasear bajo un precioso atardecer, disfrutar de una canción en la ducha… Eso es lo que al final hace que la vida merezca la pena. Suena muy cliché, pero es totalmente cierto.

🌸 Amarse a uno mismo, dedicarse tiempo, cariño, y desarrollar los hobbies y pasiones propias, es de vital importancia. Lo que yo llamo el egoísmo positivo. La persona que te acompañará toda la vida eres tú mismo/a, y por poco instaurado que esté en nuestra sociedad, hay que auto quererse, muchísimo.

    ❤️ 🧡 💛 💚 💙 💜

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Cosas que he aprendido este 2018 – Fotógrafa Rachel Seye

Nos vemos el año que viene (con 2 post nuevos que tengo ya entre manos) 😘 

🎉FELIZ 2019🎉

About lolaflor

Neo hippie, friki y soñadora / Sexblogger/ Fotógrafa y modelo erótica amateur / Amo viajar y la naturaleza / Escribo sobre sexo, erotismo, juguetes y fantasías

14 responses to “Cosas (algunas obvias) que he aprendido este 2018”

  1. jackchatterley says :

    Siento que lo hayas pasado mal, mi bella flor, y más aún no poder haberte prestado algo de apoyo (mecachis!), pero me alegro de que estés mejor y que hayas aprendido algunas lecciones que te van a servir (la vida me las enseñó de otra manera, no menos burra por su parte, y me fueron de perlas). Una de ellas es que las casadas, en mi caso, son para divertirse, no para enamorarse. Y viceversa.

    Sigue adelante, y no te hundas. Y ya sabes, si necesitas algo, soy tu panda 😉

    Besotes,
    J.

    • lolaflor says :

      Muchísimas gracias por tu comentario pandita 😘 No creo que sea algo malo haberlo pasado mal, claro que ahora lo digo desde un punto en el que estoy genial jajaja
      Gracias por el apoyo igualmente ^^ Siempre es agradable poder contar con los que lleváis aquí conmigo desde mis inicios.

      Y me apunto el consejo para los casados jajaja La próxima vez lo tendré en cuenta
      Un besazo!

      • jackchatterley says :

        Mi bella flor, pasarlo mal es una oportunidad para crecer y aprender, pero cuando alguien a quien aprecio lo pasa mal, siempre intento ayudar de alguna manera…

        Besotes

  2. Sofi says :

    Qué el 2019 te traiga mucho más aprendizaje y alegría… Y que yo pueda verlo!! Un besazo mi pequeña blogger preferida!!!

    • lolaflor says :

      Amoreeeee 😘 😘 😘 😘 ¡Muchas gracias e igualmente! Ambas hemos tenido un año complicadete pero que parece aclararse a medida que acaba con la promesa de al menos empezar este 2019 con buen pie ^^
      Mil besos guapa

  3. Filimages says :

    Te deseo un mejor año 2019 que los anteriores.

  4. Radar says :

    Buf, estupendo y, sobre todo sincero post. tanto que comentar que me parece que es iimposible hacerlo con justicia. A vuelapluma te confirmaría que las expectativas son malas, y que si a los 25 te pueden decepcionar, imagínate a los 45. Así que sigue en la vida el consejo de Dante ante las puertas del Infierno: abandonad toda esperanza. Luego llegan las sorpresas agradable, los pequeños placeres e incluso personss que cambian esa percepción fatalista, pero mejor ir sobre aviso.

    Abundando en el tema, te sugiero que busques información sobre guiones de vida. Ya sabes, esa presunción muy arraigada de que nuestra vida va a ir de A a Z pasando por una serie de estadios y sucesos que, en realidad, nos provocamos nosotros mismos. Es un concepto que entre psicólogos está ganando mucho peso. Al menos así lo veo con la mía y con un amigo que también lo es. Librarse de ese guión preconcebido y subconsciente es una lucha titánica pero oa libertad compensa.

    Lo de los casados, desgraciadamente es cierto. Yo he estado en el otro lado aunque, para complicarlo todo aún más, ella también lo estaba. Desde el principio dije que no me planteaba una aventura que llevara a rupturas matrimoniales. A pesar de ello las emociones no pueden controlarse y la fantasía de una vida plena con ella hace que empieces a jugar con la idea y, lo que es peor, decirlo en voz alta, activando esperanzas donde no hubo promesas. Pero al llegar la hora de la verdad, la cobardía es dueña. Abandonar mi matrimonio, quizás mi trabajo y mi país actual por una promesa tejida entre sábanas no es el futuro con los mejores cimientos. Mucha responsabilidad si, además, hay hijos de por medio (era su caso). En fin, que los casados no somos fiables a nuestro pesar. Busca divorciados, el trabajo sucio ya está hecho, jajaja.

    Como ves, tu post da para mucho. ¡Y solo han sido dos puntos! Por mi parte, con otro año durísimo a mis espaldas, añado una enseñanza del 2018 por mi parte: no abandonar la esperanza de que una de las bloggers favoritas vuelva a escribir regularmente, porque a veces lo hacen 😉

    • lolaflor says :

      Me ha encantado tu comentario ^^ Muchísimas gracias!
      Gracias por los consejos, siempre son bienvenido, gracias por la info sobre los guiones de vida, investigaré, parece interesante 🙂
      Tranquilo que el 2018 ha terminado al fin y empieza el fantástico 2019, feliz año y muchísimo besos 😘

  5. Manu says :

    Hola, como dicen que nunca es tarde, pues yo lo acabo de leer ahora, y como lo bueno es encontrar lo mejor y un equilibrio, te felicito por eso y porque todo haya ido a mucho mejor, asi que enhorabuena GRAN FLOR!!

  6. maquiiris says :

    No fue suficiente, no bastó con la protección del grueso cristal. Resbaló, abatida como un pájaro, se precipitó y estalló. Recuerdo los pétalos despojados de su camada, impulsados por el agua, que poco ya les preservaba del frio suelo.

    Y después las pisoteo. ¡Que torpe!, ¿es que no fue suficiente con ser victimario accidental de tal desgracia? Menuda vergüenza.

    Clavé los ojos, a modo de venganza, esperando que mi mirada causara un choque de atención. Pero, cuando por fin nos crucemos, lo entendí. Creedme, pude verlo. Detrás de la sonrisa y el “perdón”, su luz reflejaba horarios, explotación y cautiverio, en fin, todas las cuentas que le fueron cobradas. Vi el alcohol lubricando las puertas de la ansiedad, la droga apaleando al amor, las paredes ahogando su aura y el monstruo mostrando su cola.

    Volví, pero no la vi. Contaban sus compañeras que desapareció, regresó al nido a buscar alguna cosa olvidada. Quién sabe, quizás tan solo deseaba soltarse, quizás quería sentir el vacío para así estrellarse y derramar sus pétalos.

    Dijeron, tiempo después, que reconstruyó su castillo, que tiró las runas de dependencia y miedo, y lo armó de aceptación y amor. Y que, aún a día de hoy, se enfrenta a los fantasmas que vienen a rendirle cuentas de una vida pasada. Y quizás, algún día ceda, se derrumbe y vuelva a sentir la caída, pero ahora ya entiende a que sabe el cielo, y no le da miedo.

    No le da miedo volar.

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